PRODUCCION MAS LIMPIA 2009 - 2
PRODUCCION MAS LIMPIA
En los últimos años, la tendencia de avance y cambio además de una búsqueda de equilibrio se han visto definidas en lo que hoy conocemos como desarrollo sostenible. De una forma más precisa el desarrollo sostenible es el hecho de “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
Durante el siglo pasado, varios países abandonaron un sistema puramente comunista y entraron a un modelo democrático en el cual todos podían llevar las riendas de sus vidas y acumular riqueza por medio de la generación de empresas y negocios. Lo anterior se ha visto reflejado en una redistribución de bienes y un desequilibrio social, en el cual unos son muy ricos y otros son muy pobres, y la mayoría de los que están atrapados en el medio tienden a la pobreza en lugar de la riqueza. Este tipo de desequilibrios afectan al desarrollo sostenible.
Las sociedades más avanzadas como las europeas y norteamericanas son gestoras de grandes avances tecnológicos, pero no son consecuentes con este tipo de adelantos, sino que también caen en retrocesos y estancamientos al enfrentar diversas crisis por el uso abusivo de los recursos naturales, y la disposición errónea de los terrenos habitables.
Algunos países solo se interesan en mantener modelos capitalistas y conservar el estilo de vida costoso de sus habitantes, sin tener en cuenta que la acumulación de riqueza proviene de la disponibilidad de bienes y servicios, esta disponibilidad depende a su vez de la producción, y por último de la existencia de materias primas provenientes del suelo y los recursos naturales. Además ignoran que la acumulación de capital no garantiza la existencia a futuro de recursos para producir, ya que estos requieren no solo de trabajo económico sino también mano de obra ambientalista.
En la actualidad la organización política y económica de estos países avanzados no está a la altura de la densidad poblacional, ni de sus estándares de consumo, y esto hace que los modelos actuales sean deficientes u obsoletos. Un país como China, con la población más grande de la tierra, posee un consumo de materias primas y una disposición de zonas para construcción desmesurada, tanto así que la mayoría de los recursos producidos por otros países van a parar a este monstruo insatisfecho que no para de crecer. De este modo, China no posee un equilibrio interno, y no solo eso, sino que también desequilibra a otros países.
Otro aspecto importante para el avance y la asimilación del desarrollo sostenible como un estilo de vida y un modelo político-económico, es la cooperación de todos los países, especialmente aquellos que poseen una producción y unos consumos sobresalientes. Aquí se presenta un problema, ya que cada país posee leyes independientes y en ocasiones los tratados internacionales se prestan para ambigüedades e interpretaciones laxas que debilitan al desarrollo sostenible. Otro problema que enfrenta el desarrollo sostenible, es cuando las leyes políticas van en contra de los modelos ambientales y dejan a ciertas personas y a los recursos naturales desamparados.
A nivel regional es el Estado el que debería encargarse de proteger al medio ambiente por medio de leyes que protejan al pueblo y a los recursos naturales de entidades productoras que expropian a las personas de sus tierras y destruyen los ecosistemas solo para mantener niveles de producción razonables.
Otro problema que enfrentan los modelos de desarrollo sostenible, es que sus proyectos por lo general presentan resultados y efectos positivos a largo plazo, y cuando son comparados con otros proyectos que no tienen en cuenta políticas verdes (y un equilibrio entre producción, explotación y renovación de recursos naturales), se ven en desventajas productivas.
Las personas de negocios por lo general esperan los resultados más productivos en el menor margen de tiempo, mientras que el desarrollo sostenible tiene en cuenta una producción razonable, proyectándose además hacia un futuro prospero que garantice un equilibrio en el cual es viable mantener la producción y un sistema en constante renovación. Para concluir, se puede decir que el desarrollo sostenible es el modelo del futuro, ya que es el único que garantiza la producción con materias prima de forma cíclica y limpia teniendo en cuenta todo tipo de factores, desde el suelo, hasta los que lo habitan.
Jean Pierre González Melo